music is life♥

martes, 8 de abril de 2014

V

¿Conocen a esas que tropiezan dos veces con la misma piedra? Bueno, yo soy de las que se tropiezan otras cuatro y aún así lo siguen intentando. Es que parece que no me cabe en la cabeza, que, bueno sí, eso. Ya estoy harta. Pero la gente que me conoce y me escucha sin escuchar parece no entender que el "ya estoy harta" no aplica a ese puto x. Aplica solamente a mí, me refiero a que el " ya estoy harta" significa lo harta que estoy de mí misma, harta de ser yo, tan idiota. ¿Por qué no soy como la gente a la que llaman normal y dejo de intentarlo una y otra vez cuando ya fracasé dos? La pregunta gira en mi cabeza, y da vueltas infinitas esperando ser respondida y eso no va a suceder. Porque que suceda implica cambio, y yo odio el cambio.
3 es el número, 3 es el número de horas, mi infinito personal que me permite destruirlo todo, todo lo que todavía no fue construído, y a mí misma. A mi imagen, a mi plan, a mi moral, a mi todo. 3. Mi número favorito. Me carcome pensar que pensará el x, seguramente el x se disfrazó de z para que no lo encuentre, porque si antes no quería verme, ahora ni en figuritas. Acá el problema mayor que me remuerde la conciencia no es el x, ni ellos, los otros que intentaron ayudarme (sin lograrlo), acá el único problema soy yo y el maldito número 3. Y no pienso en cambiar, porque que lo piense implica duda, y duda implica cambio, y yo, odio el cambio, y a el 3. El 3, y sus flasheadas que dice con convicción y sus ojos y se lo dijimos: mi yo maldito y mi 3 infinito.



                                                       Nuevos comienzos de mi nuevo yo.

domingo, 6 de abril de 2014

IV

Que sonrisa de gato te traías, esa malicia escondida entre dientes  dispuesta a atacar al primer inocente que se tope en su camino. Y te combinaba tanto con esos ojos cerrados, cerrados al dolor y a la tristeza, sufrimientos vagos que sufrimos los mortales como yo. A no! vos sos de otra raza, esa raza casi extinguida entre tanto mundo de gente preocupada por cosas estúpidas, vos sos de esa raza dispuesta a demostrar que el que ríe último ríe siempre y miles mejor. Es que a vos no te importa romperte la cabeza contra la pared, te reís igual, eras tan lindo. Esos muy cortos momentos de verte reir me llenaron el alma, de tanta inocencia falsa que hace tanto perdí. Parecías de otro mundo y me dieron ganas de pedirte que me llevaras a conocerlo, así quizás podría intentar recuperar lo que era y dejé de ser por estar entre tanta gente estúpida. Es que verte así, vestido de tantas ganas de vivir me alegraron los sentidos, me volvieron a vivir a mí. Siempre buscando algo por lo que entusiasmarme y esa vez vos sólo lo hiciste sin darte cuenta querido. Que locura. Que tontería. Hasta siento que todavía entre tanta gente estúpida aún queda esperanza para mí. 

-Y la hay- dijo Renata


Nuevos comienzos de mi nuevo yo.