music is life♥

miércoles, 30 de diciembre de 2015

XXII

Espero que estés contento. Que si yo ya  no puedo salvarte que te salve, que te salves.
Ya me di cuenta de que no estás bien, y que ella no es de mucha ayuda, no la culpo pero te culpo a vos. Sí, a vos por ser tan idiota y no querer cambiar. Yo siempre hice eso. Nunca quise mantenerme al margen viste…siempre queriendo hacerte feliz hasta cuando ya no se podía. Y estoy tan loca…pero te quiero ver bien.
No te abandones, no te desquieras, peleala hasta el final y nunca renuncies. Toma el timón de tu vida y hazlo girar a buen puerto, a donde tú quieras a donde se te cante.
No permitas la desgana, sí el dolor, no tapes el llanto con una sonrisa, y recuerda mejor solo que mal acompañado.
No pierdas el tiempo que se va como arena en un reloj, no te dejes caer en la tentación y librate del mal, se inquieto, curioso, insoportable, pero no miserable, nunca mentiroso y menos que menos un invecil, ya superaste esa etapa no te parece?
Amate para amar. Y no te rindas que el juego recién empieza y lo único que te hace falta es una linda piña y un buen abrazo.
No sos el único vacío…somos todos iguales…peleamos por estar llenos y eso es vivir.



mas viva que nunca


viernes, 25 de diciembre de 2015

XXI

Le propongo algo. Le propongo un juego.
Un juego loco, sucio, hermoso. Un juego lindo, molesto, mágico.
Ciérreme los ojos, los labios, las manos, ábrame los sueños, el alma, los brazos.
Quereme querete chine chinete. Arranca tirando los dados si sale par me besa si sale impar también.
 Usted  simplemente espere la señal, ya la conoce, no se preocupe si no la recuerda, en el momento justo su corazón le dirá que hacer.
Avance y si se cansa disminuya la marcha pero nunca y digo jamás se detenga, ¿me oye? Porque entonces caerá al suelo y yo con usted. Y ninguno de ambos quiere eso ¿o sí? No, al menos yo estoy seguramente segura de que no queremos eso, y yo soy la sabia en eso ¿sabe? Así que usted siga, ligero, básico como es usted a mi lado.
Si quiere puede tomarme de la mano, no me voy  enojar, y menos que menos si me hace el amor. Acepte las prendas corra los riegos, juegue todas las fichas y cuando vea que las cartas no son buenas dígalo de frente porque irse al maso es de cobardes y usted ya supero esa etapa, no la repita.
Pronuncie conmigo perder es última opción.

Y  nunca se olvide que en el amor… se juega a todo o nada…

…o no será amor…


siendo un poco mas

jueves, 13 de agosto de 2015

XX

Y de repente me siento bien. y te quiero tanto  que no me alcanzan los brazos para abrazarte ni la boca para decirte lo mucho que me gustas. Me haces bien, tan pero tan bien que ahora cuando el universo conspira en mi contra me siento fuerte. No te uso de escudo pero ya no soy la misma. No soy la misma que aquella noche te llamó a las tres de la mañana. Ni la misma que lo único que esperaba de vos era un simple beso sucio que apagara la calentura que sentía aquel tiempo. Ya no. 
Ahora estoy viva y condenada a amarte, con las manos, los ojos, el alma y todo lo demás. Decirte te amo nunca me es suficiente ahora que sé lo que significa.
Nunca me canso de escucharte, de que me digas te quiero, de esa rara forma tuya de extrañar, de escribir, de mirar, de vivir. Me contagia. Me envuelve.
Ya no me siento sola cuando estas cerca. Y si no estás aprendo que quizás algún día te vallas, y te iras, y si, lloraré me volveré frágil...pero no para siempre...porque tu te encargaste de que eso no suceda.
Antes no sabía si lo sentía, y si lo sentía que diablos era...pero ahora si lo sé, y me aferro a él con fuerza sabiendo sostenerlo como un simple barrilete que a la primera ráfaga fuerte debo soltar libre.

Porque siento y estoy segura que no te iras tan lejos


siendounpocomas


martes, 9 de junio de 2015

XIX

Y cantando por la calle te encontré una tarde. Me dijiste que te gustaba mi canción. Yo te dije muy educadamente que la mía no era una canción acabada. Pero vos dijiste que sonaba bien. 
Volví a repetirte que a mi canción algo le faltaba. Dijiste que te gustaba. No te escuche.
Te fuiste. 
Yo también.

Y cantando por la calle me encontraste una tarde. Te dije que me gustaba tu canción. Me dijiste educadamente que tu canción no estaba terminada. Te contesté que aún así era muy bonita. Me repetiste que a tu canción algo le faltaba. Te contesté que aún así me gustaba.No me escuchaste. 
Me fui.
Vos también.

Y sin cantar una tarde nos encontramos. 
Te miré. Me miraste. Nos miramos. 
Me dijiste. Te dije. Cantemos una canción.


Te quedaste. Me quedé.



Cosaazulada

martes, 2 de junio de 2015

XVIII

Y besarte cada punto, cada coma, cada sueño. Cada parte, cada entorno, cada lleno.Y vaciarte y llenarte para siempre en un momento. Un momento eterno y finito. Que dure vidas enteras y pesadillas cortas. Perseguirte de aquí a allá sin mirarte, sin tocarte, sin buscarte (ese es el chiste). Y que me encuentres en un remolino insignificante y poderoso, que me encuentres que te encuentres sin buscarte sin buscarme de puta casualidad. Y que casualmente no te vallas, que te quedes lléndote, sin querer irte sin querer atarme. Y que me ates en un antes y un después, en un antes y un después de conocerme. Y que me quieras aquí y ahora sin querer para siempre tal vez. 

y que al final te des cuenta que quizás o quizás no, en un leve gran instante me estés amando... como nunca y como siempre.




cosaazulada

lunes, 9 de marzo de 2015

XVII

y quisiera saber hasta donde nos lleva esto...este tren...este amor que dicen que no es amor.
 Y a veces te vas tan lejos que no me escuchas,no me escuchas que te quiero, y aun así dices que lo sabes y que me quieres pero es que yo no lo sé...¿me quieres? Por que me querrías así, de torpe, así de loca, quisquillosa, sucia de boca, sucia de pies. Dímelo una vez más, creo que con una vez más basta y sobre para quedarme del todo, y no por partes. Como le explicamos al mundo que lo nuestro es más infinitamente maravilloso que lo de todos ellos. No me preocupa, ellos no son nosotros, no vuelan, a ellos el tiempo les alcanza, nosotros tenemos las manos tajadas de romper tantos relojes, entre risas, entre suspiros ahogados que van de tu boca a la mía. De repente la noche nos persigue con sus ojos de lobo, y nosotros la invitamos a jugar a las escondidas. Siempre te encuentro, siempre me encuentras. Ya no importa donde me esconda, en la cama o debajo de la mesa, en una canción o en una foto, tú estás ahí, yo lo estoy, ambos, juntos. Siempre estás lleno  de desorden, de paciencia, de artista, de alegría loca y grande, lleno de mí, lleno de ti, nos llenamos y de repente nunca me había sentido tan bien. Nunca te quise tanto, tanto como ahora, como cuando me tienes que callar por decir tantas cosas que según tú ya sabes, pero es que me alegra recordártelas a cada segundo a cada minuto que se nos escapa por la ventana, cada hora que te abrazo para que no desaparezcas nunca, a cada beso que cae como arena en un reloj...

Quédate corramos un rato, de la mano, así como nunca, así como siempre...juntos..
que aun tienes una vida para despedirte...


siendounpocomas

lunes, 23 de febrero de 2015

XVI

Te veo. Te miro. Te miro bien, te miro de reojo, de costado, despacio, lentamente, con dulzura, rápido, apurada, a contrareloj, te miro mucho, sin pudor, al desnudo. Te escucho, te escucho la voz, la palabra, la risa, la carcajada, el latir del corazón bajo siete capas de piel, el suspiro, suspiro suspiramos, juntos, silencio. Te huelo. Te huelo la piel, la ropa, el oxigeno entrando por tu boca, te huelo, me hueles, se mezcla algo en el aire, que bien huele. Te toco. Te toco  primero una mano, un dedo, el índice, el pulgar quizás, después un brazo, ambos, un pie, una caricia, al pecho, a las mejillas, al cuello, te rasguño la espalda, dulce, fuerte, te toco, me tocas, toquemos una melodía de rasguños y caricias, olores y suspiros. Disgusto. Degusto una oreja, los tobillos, una clavícula, tu clavícula, unos labios. Nuestros labios. Juegan, un juego, que juego, las escondidas, se encuentran. Se chocan, confundidos, torpes, ellos. Te beso, me besas, me gustas, te gusto.

Nos gustamos…ojala.




sendounpocomás


XV

Me pregunta como estoy. No hagas preguntas estúpidas. Ambos ya sabemos que estoy para la mierda.
Y es que me revienta.Me revienta ya no verte tan seguido. Me revienta tener tan cerca tu mano y no poder tomarla. Me revienta no poder abrazarte, como tantas veces lo hacia antes. Me revienta que ya no durmamos juntos. Me revienta mirar una película, o caminar por la calle, o hacer lo que sea y acordarme de vos. Me revienta extrañarte tanto y tener que idear miles de formas y planes para distraerte de mi pensamiento. Me revienta que estés tan lejos, cuando estuviste, tan pero tan cerca. Me revienta todo eso y más. Me revienta haberte querido. Me revienta quererte. 
Me revienta...y la voluntad de seguir adelante ya esta muy desinflada.

Me revienta porque sé, y estoy muy segura, de que ya no vas a volver.

























siendounpocomás

domingo, 15 de febrero de 2015

XIV

El sol bañaba la tarde, dorado pintaba el mar. Bonita vista. Espuma salada, cielo azul, aire arenoso. Despeina. Ya se escuchan los pasos, el bochinche, las cuatro de la tarde.
Y ahí aparecieron dos duendecillas sin su traje de duende, sin su corona de flores, sin sus orejas puntiagudas. Se disfrazaron de niñitas, así no las encuentra el monstruo del tiempo, del silencio, del atardecer. Corrían divertidas, riéndose de todo, riéndose de nada. Bonita vista.
Y ahí apareció la ninfa escurridiza, disfrazada de pendeja, de locura agazapada entre soles y lloviznas. Se escurrió a su mundo de flores y colores, danzas y risas, que a ella le hacían falta. Ojo por ojo. Bonita vista.
Y ahí apareció el sentimiento de alegría que se escapa entre los dedos, por tardes de niña grande y amores estúpidos.
Y ahí aparecieron los pies cansados, las rodillas dolientes, sonrisas a cascadas.
Y ahí apareció el atardecer ya monstruoso, con sus garras de oso y su cola de serpiente a llevarse lo que queda de carcajada en la lengua, de niñura en sus ojos.
Bonita vista.
Y dejaron de jugar… 

hasta pronto

no conosco elnombre del autor/a


siendounpocomas


viernes, 30 de enero de 2015

XIII


Ni el agua se figuraba que al desprenderse de sí, se desgeneraba o más bien se regeneraba en miles de pequeñísimas gotas que al depositarse en el borde de madera de la pileta lo hacían brillar con la ayuda del sol. El mismo sol que estaba presente en Asia, en America Latina, el mismo sol que alumbraba a directores de cine en los Ángeles, el mismo sol que entraba por las rendijas de una cárcel en Buenos Aires, el mismo sol bajo el cual jugaban niños en África, niños de a la vuelta de casa, el mismo sol que te alumbra a ti y a mí en este mismo momento, testigo de algo que crece de a poco pero con una fuerza incomparable.

Ni el agua ni el sol sabían el tamaño de su poder sobre lo que aún no somos pero podríamos llegar a ser nosotros.

Vos te volvés como un pez cansado o dolido, más bien mostrás quien sos, te volvés frágil, conciente de tu verdadera naturaleza. Y el agua te libera, te habla entre susurros que tenés que odiarte y quererte como sos. El agua te lo dice. Yo te lo digo. Vos a veces escuchas, a veces no. Pero se te abre un huequito de a poquito en la piel.

El sol me encandila, me da luz, me muestra el brillo, que a veces pienso que no tengo.

Pero el me lo muestra, y me dice, que esta mal ser yo a veces y bien ser yo en otras. Me saca de mi oscuridad interna. Me obliga a ser. El me obliga. Vos también.

Nos conocimos un día sin sol, ni agua. Te conocí a tientas entre muchos otros.

Nos vimos. Yo no te miré. Vos no me miraste.

El primer beso fue escaso, torpe, escondido, lleno de alcohol, olor a cigarrillo. Tampoco había agua. Tampoco había sol. Me sentí estúpida. No se que te sentiste. El primer beso fue escaso, muy escaso, poco sentido, sin querer, sin quererse.

El segundo fue arrebatado, sin querer queriendo, bajo un sol hermoso que prometía más.

De allí en más siempre fue así. Ni vos te alejabas del agua, ni yo del sol. Ni vos ni yo dejábamos de compartir nuestros tesoros, ni de intentar ser más, con el otro.

Porque bajo un sol de atardecer me bañaste de besos y cuentos, bajo una lluvia incesante de agua salada te hice bailar, porque el chorro de agua de la ducha caliente nos mojó entre risas, porque el sol nos seguía alumbrando aunque sea de a ratos a través de la ventana de tu pieza mientras vigilaba nuestra forma de querernos sin querernos, sin pensar si quiera de lo que nosotros aún no éramos pero estábamos más cerca que nunca de llegar a ser.


siendounpocomás

XII

Ella me contó que ese día te había llamado borracha de impotencia, de locura, de falta de cariño a las tres de la mañana. Y de que tú llegaste así, sin más que tu bici y tu sonrisa de gato escondida bajo la campera. Y la saludaste y ella te miro como si fueras un extraño, como si no te conociera como si nunca te hubiera llamado. Pero ella lo había hecho y tú estabas ahí. De repente todo se desequilibró ni tu estabas ahí, ni su amiga, ni las calles, ni la borrachera, ni la noche, pero ahí estabas con tu bici y tus ojos oscuros mirándola de costado. Ni siquiera sabía en que se había metido, porque había tomado el celular, marcado tu número, por que, por que tú…pero ahí estabas con tu bici, muerto de frío y cagado de risa. Como ella. Las acompañaste sí, a ella y a su amiga y llegaron a la parada. Eso me contó. Y que su amiga se fue para un costado, y tú al suyo…(donde más). Querías hablar, al menos uno de los dos esa noche sabía que quería, mínimamente. Pero ella no quería escucharte, tampoco quería hablar, no sabía que quería, pero igual te besó. Y tú la besaste. Y se besaron. Y fue hermoso. La noche era hermosa. Igual que ella, igual que tú, juntos. Quizás querías que la noche nunca acabara. Pero ella no sabía, que quería, si a la noche, a ti, o a ninguno, no sabía. Y por eso se subió sin más al 112. Y ahí la historia terminó.


Pero ustedes habían empezado mucho antes.


“vos no querés hablar”le habías dicho…



siendounpocomas