la risa que me faltaba

Esperaba el momento perfecto para poder hablarle, se sentía triste y deseperada de una sonrisa que fuera para ella. Quería decir algo que no tenga sentido para nada, o al menos solo un poco, para poder REIRSE  de la vida o solo DE SI MISMA.
Y allí estaba ÉL, la presa perfecta, en realidad solo una persona ideal en el momento justo.
Cuando miró sus ojos no sabía si sonreir o ponerse seria. Pero con la mirada fija en aquella casi sonrisa no tuvo que pensar mucho y la palabras escaparon, lo cruzaron al ras, la tristeza se hizo añicos por un momento y ella rió fuerte.
DE REPENTE ya no importó que pensara, solo quería unos segundos de alegria, sin poder siquiera imaginar si había captado el doble sentido o siquiera le importaba un poco.

Pero había ganado.
Un arco iris en medio de la lluvia de aquel día opaco y gris.