El problema fue ese, no sobrevivimos al pronóstico de ser nosotros medios mismos. Y todo se fue al caño. Pero ahora ya está, te toca, me toca, nos toca...ser. Como nos salga, como querramos, como lleguemos, como deberíamos. Y amarnos a nuestras medias mitades hasta que quizá algún día todo se arregle, se regenere, se vuelva enteramente hermoso. Mientras tanto voy a tratar de amarme y dejar de amarte, sin dejar de seguir queriendote. Muy sabia tu decisión, no lo niego eh! Pero me dejaste ahí un hueco verde-azul difícil de llenar, pero no te preocupes amor, por mí, ya no más, preocúpate por tí. Es difícil, muy difícil y me duele tanto el alma. Pero te prometo... me prometo... nos prometo... que algún día la avalancha va a pasar y nos verá (te juro que si) enteros contentos riéndonos de todo lo que fue, somos y podríamos ser.
mi yo sobreviviendo un duelo
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